La mentira es un mal corrosivo, perturbador y demoledor, que tiene por objetivo: destruir, confundir, perturbar, corromper y alejar de todo Bien. Las personas que se exponen a la mentira lo hacen porque carecen de amor natural y de paz espiritual. Están alejados de la verdad de tal manera y dimensión, que creen que son capaces de pasar por encima de la verdad misma. No sabiendo que ellos mismo se auto manipulan, y se alteran hasta confundir el mal por el bien.
La verdadera causa de de esta tragedia es la ambición por el poder y el control. Todo esto nace de una conciencia enferma, en el más absurdo y craso egoísmo, pues de la mentira solo surgirá el dolor y la muerte.
¿Hay curas para las personas mentirosas?
El plantearse la mentira como una enfermedad nos ayuda a comprender, que la persona que miente se encuentra en negación porque no reconoce sus errores. En realidad esta persona es muy infeliz.
La curación de la mentira se encontrará solamente en reconocer la mentira misma. No es posible curarse de la mentira, sí es que ésta no se rechaza e inclusive se repudia. Y esto solo llega a suceder cuando hemos tocado en el fondo del dolor de la mentira, sucede cuando la mentira ha llegado a ser de nuestra vida una vía de escape, lo comenzamos a reconocer cuando sentimos el vacío propio y la soledad que sufre un mentiroso.
La curación o sanación para el que miente y haya hecho de su vida una mentira, se descubrirá en ocasiones en que el mal de la mentira haya causado lamentablemente mucho dolor y desolación.
La mentira y el mentiroso, no son una misma persona, pero es posible que así piense o se crea. Por esta razón, muchas veces se pierde la esperanza.
La intención sin embargo, de profundizar sobre los valores espirituales, nos permite reconocer virtudes inherentes al corazón humano. Entonces, nadie nace mentiroso y la mentira ingresa a la vida de las personas por debilidades morales, por no atrevernos a confrontar nuestros límites y por que muchas veces preferimos escapar de nuestras responsabilidades, y los valores reales se debilitan.
Y por esto es necesario que toda persona se encuentre vigilante de sus valores y de sus intenciones. A partir de esto la mentira no podrá interesarnos, porque la mentira corrompe la paz, el sentido de la justicia y de la paz. La mentira es la mentira, llámese de la manera que fuese .Nunca podrá justificarse la mentira.
La mentira ingresa fácilmente en una mente irresponsable, en una vida indisciplinada, y en un corazón egoísta.
El cambio de pasar de ser mentiroso a no serlo, es un trabajo no de un día, es de mucho tiempo y por eso se necesita ayuda, se necesita también curar otros aspectos de la personalidad. La mentira siempre contará una historia de desamor. Finalmente la mentira será curada por el compromiso y amor a la Verdad.
¿Qué diferencia existe entre la mentira blanca y la mentira negra?
Sí clasificamos las mentiras por los colores finalmente encontraríamos que todas son mentiras. Ahora es muy cierto, que lo que implica la mentira, tiene diferentes consecuencia y magnitudes pero siempre hay un lazo fatal entre lo que creemos una mentira blanca y una mentira negra.
Y podríamos decir de otra manera, una pequeña mentira parece siempre demasiado pequeña, pero lo grave de todo esto es que es el comienzo de un gran mal. Es como si caminásemos hacía un abismo, y aunque los pasos sean pequeños, cuando lleguemos al final será demasiado tarde.
Y con esto entendemos, que la mentira es una sola, y que debemos dejar de pensar que hay mentiras blancas y negras, pequeñas y grandes .La mentira siempre será causa de sufrimiento y dolor.