Aquella persona parece siempre estar mordiendo algo, su mirada es fija y la violencia es a flor de piel. ¿ Porqué tanta desazón ?¿Porqué tanta amargura ?. Tal parece que le hubiesen robado algo, es como si le hubiesen robado las alas, llevado la luz de los ojos, y la sonrisa en los labios. ¿Qué es lo que tiene?, ¿qué es lo que le pasa?, ¿Cuál es el vacío que no puede llenar? y ¿ a dónde conducen sus pasos ?
Todo siempre es disgusto, desgano, apatía, y un resentimiento que avanza como un mar de lodo que lo llena todo, lo cubre todo, y por dentro frialdad. La amargura hace que todos los logros y los méritos se vuelvan flores marchitas. Hace que el amor tenga sabor a hiel y los sueños los quiebre las estrellas como copa rota.
La amargura sin duda, es una depresión violenta, una necesidad de pelear sin límites y un conflicto que pudo haberse superado pero que se vuelve un demonio hambriento de sangre que quiere solamente herir y maltratar.
A la amargura todo le parece mal y todo le encuentra dificultad. Sin embargo, la amargura se siente a si misma justificada como si estuviese poseída por la más terrible ceguera espiritual.
Lo único capaz de transformar la amargura es la Humildad.
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Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell
Reflexiones sobre el Perdón
Arte para el alma
Armonía y Paz
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