Me han contado de tragedias, me han contado de pérdidas, que sí sucedió tal cosa, que si sucedió lo otro. Pero yo te voy a decir, solo de una cosa, mejor dicho de una circunstancia más fuerte que cualquier otra cosa, que no se puede medir, que no se puede controlar, y que cuando viene es siempre el principio y el final.
Así que he escuchado muchas cosas y seguro escucharé otras. Y la cosa más terrible que escuché puedo explicarlo de la siguiente manera: Es como tener una copa, una copa de cristal y en ésta copa hay agua fresca, se la ofrecen a un sediento, y ésta agua promete calmar la sed, aliviar y descansar. Pero imagínate a ti mismo, cansado, exhausto, y con una sed que crece y crece. Y frente a ti, una copa bellísima de cristal y, en ella agua pura y cristalina. Entonces te avalanchas a ella, la deseas, la quieres, la necesitas y es más, sientes que es la razón de tu vida y de toda la vida. Y así corres a tomar el agua de aquella copa, a poseerla, adueñarte de ella.
Pero mira , ¡ Que horror ! mira que con tu sed y con tu desesperación no la tomas , pues te tropiezas con ella , la golpeas, la maltratas, la hieres, la rompes por tu torpeza y tu desesperación , en tu locura y en tu desdén , en tu desenfrenado deseo ,la copa de cristal con el agua más pura y cristalina se cae al piso y se rompe, se deshace en pedacitos. Y aquella agua se derrama y , ya no es agua , ya no es copa , es tu sangre y la sangre de lo que tu amabas y ahora se perdió para siempre.
Y he escuchado historias terribles pero no más terrible que ésta. Y ésta es la historia de los celos.
...
Pintura y Escrito :
Oscar Basurto Carbonell
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